A veces veo posts que me incitan a comentar y me freno para no arrancar una polémica. Mi cabeza va para otro lado por la secuencia de pensamientos que me producen, y sin ese contexto pueden interpretarse como ataques personales. Decidí tomarlos por separado y compartir una reflexión con uds. en esta sección que he decido llamar: "El pensamiento Facebook del día."
Hoy: La puteada futbolera
Este fin de semana vi aparecer en mi newsfeed varios improperios debido al resultado de la final de la bendita Copa América. Por un lado me pregunto por qué no podemos expresar nuestra tristeza, frustración e ilusión rota sin recurrir oooootra vez a frases llenas de odio, prejuicio y discriminación contra todo un pueblo. Y por el otro me pregunto si los adultos que lo hacen son realmente conscientes de la repercusión de esa actitud en un niño. Esta vez tuve la oportunidad de vivirlo en primera persona. Fui testigo de cómo el mensaje peyorativo y discriminante de un adulto contra todo un pueblo se trasladaba directamente hasta las palabras de un niño que en otros términos imitó la actitud del adulto para expresar su frustración con el resultado de la final. Por eso otra vez les saco la roja a los grandes y repito que presten más atención a lo que hacen más que a lo que enseñan.
Esos ojitos están mirando y muy a su pesar ven lo que hacen con más atención que lo que enseñan.
Por suerte, también vi de los otros que apelaron a mensajes conciliadores, críticos y llenos de sorna y picardía, que cumplen con el mismo objetivo catártico que los primeros y nos enseñan que la puteada futbolera también puede ser inteligente.
